miércoles, marzo 01, 2006

La democracia

Esta reflexión sobre todo va dirigido a aquellos escépticos del establecimiento de una democracia en Oriente Medio. Se suele comentar por un lado que la democracia no se puede implantar, y por otro lado que el Islam es incompatible con la democracia.
Aquellos que me hayan leído ocasionalmente sabrán que yo apuesto firmemente por la posibilidad de democratizar todo Oriente Próximo. No sólo se puede, sino que se debe hacer.

Primero decir que yo cuando hablo de democracia, me refiero a Democracia liberal. Segundo que no creo que sea el sistema perfecto, tiene sus puntos negativos, pero es el menos malo de los sistemas.

Repiten, aunque no tanto como otros temas, que no se puede imponer la democracia, que las democracias las establecen los propios ciudadanos de una región concreta. Es totalmente cierto que para que funcione una democracia, sus ciudadanos deben tener y haber adquirido una cierta cultura democrática, sin ello es imposible. Pero creo que muchas veces se habla de democracia como si fuera un fin. A mi parecer la democracia es un medio con el que llevar la convivencia de todos lo ciudadanos de una sociedad. Es un continuo proceso, que con su maduración mejora las condiciones de vida de una sociedad; es perfeccionista. Por tanto, no se puede imponer, nunca se puede. Pero se pueden establecer unos puntos a seguir, hay que ir avanzando hacia la idea de democracia, no dar pasos atrás, ni estancarse en la dictadura.
Las democracias tienen como normas esenciales la libertad de expresión, reunión y manifestación, la libertad de prensa, limitación de poderes, etcétera. La ausencia de éstas es por imposición, por tanto hay que desimponer. Estas normas son los pilares básicos de una democracia, su respeto son las que evolucionan y mantienen una democracia.

En el caso de Irak se han reimpuesto estos derechos y además hay muchas instituciones, organizaciones, personas que están trabajando duramente para concienciar a los iraquíes.

La diferencia de culturas es otra objeción que ponen. Lo que están diciendo entre líneas es que un país como Irak, donde hay un 60% de Chiítas, un 20 Sunnitas y 15%-20% Kurdos necesita de una dictadura. No puede haber democracia con tanta diferencia de culturas. Yo me pregunto si entienden lo que es una democracia. ¿Qué otro sistema, si no es la democracia, es el mejor representando cada una de las diferencias culturales, religiosas, y políticas?

A esto hay que añadir que las democracias liberales están inspiradas en el individuo.
El mejor modelo de sociedad es aquel en el que cada individuo posee el derecho a vestir como le plazca, a practicar la religión que quiera, a reunirse con quien desee, etc.…
A propósito de esto me viene a la cabeza una propuesta que se hizo en Holanda hace algunos meses, en la que pretendían prohibir el uso del Burka. A algunas personas les pareció maravillosa la idea, quizás demasiado centrados en la denigración de la mujer que supone desde su punto de vista. Desde mi punto de vista lo que es denigrante es si se obliga a llevarlo, y de la misma manera me parece denigrante si se prohíbe llevarlo.
A lo que quiero llegar es a que cada uno debería poder llevar lo que quiera, si una mujer quiere llevar Burka, que la lleve, si no quiere, que no lleve.

Las democracias liberales son las que más se acercan a este modelo social, la integración de esta idea conlleva a reducir los conflictos culturales. La democracia es muy deseable, sobre todo, para sociedades con fuertes diferencias culturales.

Otra objeción es la de que el Islam es incompatible con la democracia, suele venir sobre todo desde la extrema derecha. Creo que el Islam es una religión que necesita una fuerte reforma, pero no su erradicación como dicen algunos. Me van a perdonar los creyentes, pero la iglesia católica tiene bastantes barbaridades en su haber, y creo que hoy en día es perfectamente compatible con la democracia.
Creo que los Estados deben ser laicos, la religión pertenece a cada persona y a su vida privada. Lo más probable es que con la evolución de una democracia en países islámicos acaben por dejar la religión en manos de cada individuo, convirtiéndose en estados laicos.
La propia democracia reformará los puntos negativos del Islam, convirtiéndose en una religión más de las que hay en el mundo. Otra vez, los países islámicos pueden y deben integrarse con la democracia.

De todas formas, es de agradecer que algunos de los argumentos en contra de la política exterior norteamericana, vayan con sentido crítico constructivo, libre de demagogia, mentiras y manipulaciones. Pero creo que si se reflexiona más, los escépticos podrán entender que la idea de establecer democracias en Oriente medio no es tan ingenua, ni tan imposible.

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